miércoles, 25 de febrero de 2009

El Ofrecimiento de Productos Financieros por Empresas de Servicios Públicos, Fuente de Oportunidades



Al analizar los niveles de cartera alcanzados por las Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios en los últimos años, se hacen evidentes nuevas vías para atender a la base de la pirámide.

En el año 2001 CODENSA lanzó en Bogotá un programa de financiación de electrodomésticos y mejoras para el hogar mediante la factura de la energía que hoy se ha convertido en uno de los pilares de las microfinanzas colombianas. La facilidad de acceder a estos créditos, los pocos requisitos que se deben cumplir para ello, el hecho de que no se necesiten garantías y la facilidad para su pago han hecho de esta una herramienta de financiación única para los más pobres.

Crédito Fácil CODENSA, como se denomina el programa de financiación, funciona como una tarjeta de crédito rotativo. El usuario del servicio de energía solicita la tarjeta, para lo cual necesita probar que tiene ingresos superiores a un salario mínimo, la factura de energía y de teléfono, 2 referencias familiares y 2 personales. Una vez esta le es entregada, el individuo se puede acercar a cualquiera de los más de 250 puntos de venta con los cuales CODENSA tiene convenio y adquirir productos de ciertas marcas, los cuales pueden ser financiados hasta 48 meses por un monto igual a 4 veces su salario.

Este esquema le ha permitido a la Empresa de Servicios Públicos colocar 700.000 créditos que sumados alcanzan un valor de $350 millones de dólares. Comparado con las cifras del sector bancario colombiano, la cartera de CODENSA representa entre el 15 y 20% de las mayores entidades colocadoras de créditos de consumo (Ver recuadro. Tomado de Revista Dinero).

Además de ser una excelente oportunidad para los usuarios de tener una fuente de crédito a la cual pueden acceder fácilmente, el esquema aplicado por CODENSA configura una oportunidad de negocio única para estas empresas que por cuenta de su actividad cuentan con una gran base social. En efecto, pocas actividades económicas tienen un alcance tan grande como los servicios públicos. Y aún si cuentan con tal número de clientes es difícil tener una concepción sobre su nivel de riesgo, como si lo pueden hacer las empresas prestadoras de servicios públicos tomando en consideración el comportamiento de los usuarios en el pago del servicio.

El éxito de la estructura causó que otras empresas de servicios la implementaran entre sus clientes. Es así como hoy por hoy Promigas en la costa atlántica y las Empresas Públicas de Medellín -EPM- en el Departamento de Antioquia cuentan con planes similares al de Bogotá.

Junto con el crecimiento de este segmento de negocio viene el riesgo financiero propio de la extensión de créditos, que en escenarios de crisis se magnifica. Adicionalmente, la exposición de estas empresas es aún mayor que la de las entidades financieras sencillamente porque se están adentrando en un esquema profundamente financiero en el cual no son profesionales y es posible que la administración del riesgo se salga de sus manos. Por esta razón es que CODENSA ha empezado la búsqueda de alternativas para seguir creciendo en el negocio, sin que ello signifique seguir asumiendo riesgos financieros. Adicionalmente se dice que el objetivo de CODENSA es dejar el fondeo de los créditos a entidades financieras, quedándose con el negocio de la originación de los mismos.

Es este un buen momento para empezar a pensar en alianzas estratégicas entre las entidades financieras y las entidades prestadoras de servicios públicos (y por qué no empresas de telefonía celular) para echar mano de las bases sociales de las segundas y de la profesionalización en la administración de riesgo de aquellas y lograr así una profundización de los servicios financieros que en última instancia a todos nos conviene.

jueves, 19 de febrero de 2009

Fundación Bill y Melinda Gates concentrados en Microahorro y Banca Móvil


Con un aporte de $12.5 millones de dólares la Fundación Gates busca promover el ahorro para los más pobres usando tecnología celular.

El martes pasado fue lanzado el programa Mobile Money for the Unbanked (MMU) en el marco del Congreso Mundial de GSMA, la asociación que representa los intereses de la industria de las comunicaciones en el mundo. El programa MMU apunta a bancarizar a la población que vive bajo la línea de pobreza haciendo uso de la expansión de las redes celulares. En efecto, como lo manifestó Ignacio Mas, experto en servicios financieros para pobres de la Fundación Gates: "Solo el 10% de la población tiene cuentas bancarias... en contraste, 35% de los africanos tienen teléfonos celulares y la penetración se espera que crezca, haciendo del teléfono celular una potencial herramienta para ayudarle a los pobres ahorrar."

El problema de ahorro de los pobres, afirma Mas, no es que no posean los recursos para ahorrar, sino que su ingreso es errático. Es posible que ayer una persona haya tenido $4 dólares de ingreso, hoy $2 y mañana $0. Comúnmente los recursos que no son usados son guardados en la casa o son entregados a un pariente cercano o a un amigo de confianza en custodia, con todos los riesgos y peligros que ello conlleva. Teniendo esto en cuenta el MMU quiere que este dinero se canalice al sector financiero mediante el registro de este ahorro en una tienda local que a la postre es el intermediario entre la persona y la entidad financiera.

Así entonces, quien tenga capacidad de ahorro se acerca al "corresponsal no bancario", entrega su dinero y mediante una secuencia de mensajes enviados por la red móvil el dinero entregado le es asignado a su número de cuenta y consecuentemente esa misma cantidad se resta de la cuenta del tendero. En algunos casos el número de cuenta puede ser el mismo que el número del teléfono celular.

El programa MMU será aplicado en Africa, Asia y Sur América y está basado en un exitoso modelo aplicado en Kenya en donde en algo más de 2 años se han logrado crear 5 millones de cuentas móviles "la misma cantidad de clientes que la banca tradicional ha creado en 50 años", afirma Mas.

El objetivo del MMU es que para 2012, 20 millones de personas anteriormente no bancarizadas estén haciendo uso de servicios financieros vía teléfonos móviles.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Proyecto de Investigación. Segunda Entrega: El Problema de la Autosuficiencia de las IMF


La tensión entre expansión del servicio y viabilidad financiera representa el reto más importante para las nacientes Instituciones Microfinancieras (IMF)

No se requiere efectuar operaciones matemáticas complicadas para concluir que es mucho más económico hacer un préstamo de $10,000 a una sola persona que diez préstamos de $1,000. Evidentemente, los costos para el segundo de los casos se incrementan desde el proceso de originación del crédito. En vez de uno se necesitan diez análisis de riesgo correspondientes a cada uno de los potenciales deudores. Posteriormente los costos de seguimiento, monitoreo y cobranza de los créditos hacen que el margen de intermediación del prestamista sea mayor para que este pueda alcanzar su punto de equilibrio.

Si a lo anterior se le suman factores propios de la dificultad de llegar a áreas rurales para proveer servicios de crédito, lo cual aumenta los costos, y la falta de garantías, que expone al prestamista a un riesgo mayor que necesariamente debe ser recompensado, implica el establecimiento de una tasa de interés más alta que un crédito comercial. Como si fuera poco a esto se le debe sumar el hecho de que el interés es la única fuente de ingreso de las IMF y que ellas además deben propender por incrementar su capital de cara a expandir su alcance.

Todo lo dicho ha sido base de crítica para las microfinanzas, principalmente porque resulta paradójico que sean los más pobres quienes deban pagar el precio más alto por los productos financieros. De otra parte, se han expuesto argumentos para declarar la imposibilidad de que exista una IMF que no reciba donaciones y aún así sea sostenible.

No obstante todos los problemas expuestos, lo cierto es que las IMF tienen que buscar métodos de sostenibilidad a largo plazo para que esto les permita cumplir su doble propósito de proveer servicios financieros a la base de la pirámide y además ser económicamente viables. Resulta claro que la tarea puede ser más fácil para las IMF que están debidamente autorizadas para captar recursos, pero independientemente de su fuente de recursos la institución no puede operar a pérdida.

Se estima que únicamente el 4% del mercado microfinanciero compuesto por 300 billones de personas, está cubierto (Thomas Kostigen, Marketwatch). Ante estos números queda claro que lo que se necesita es financiación de bajo costo para las IMF con miras a que estas puedan ofrecer servicios financieros a más personas, más eficientemente. En tiempos de crisis el acceso a recursos se dificulta, pero esto no puede convertirse en una barrera para que el movimiento microfinanciero continúe su curso. Es momento de acudir a mercados que en muchos países, entre ellos Colombia, no han sido suficientemente explorados y crear instrumentos que atraigan la atención de nuevos inversionistas, no donantes!!!

En palabras del Nobel Yunus: "La filantropía tradicional generan trabajo social, pero sus programas no están diseñados como modelos de negocio autosostenibles. Un dólar de caridad puede ser usado sólo una vez. Un dólar invertido en un negocio social autosostenible es reciclado sin fin."

En la próxima entrega expondré algunas de las experiencias internacionales de organizaciones microfinancieras que han salido al mercado de valores en busca de nuevos recursos para financiar sus actividades.

martes, 10 de febrero de 2009

Salvavidas a Instituciones Microfinancieras en Medio de la Crisis

El Banco Mundial unió esfuerzos con el gobierno alemán para inyectar fondos a IMF de países en desarrollo. Japón y el IFC siguen su ejemplo.

El jueves pasado el Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, se reunió con la Canciller de Alemania, Angela Merkel, y acordaron inyectar hasta US$ 500 millones en bancos de microfinanzas. La decisión fue tomada ante la evidente sequía del mercado de crédito cuyos efectos han afectado hasta los bancos pequeños en países pobres.

Los recursos se movilizarán mediante el Fondo de Inversión de Microcrédito (Microcredit Investment Fund). Este vehículo hace parte de un plan del Banco Mundial que junto con otras agencias de cooperación buscan llevar recursos líquidos de los países ricos a naciones en desarrollo durante la crisis financiera.

El Banco Mundial proveerá US$ 150 millones, mientras que el Gobierno alemán se comprometió a aportar US$ 130 millones. Zoellick afirmó que está en conversaciones con otros países y agencias de cooperación internacional y aspira a reunir US$ 600 millones. De acuerdo con sus cálculos esto será suficiente para financiar la actividad de 200 bancos en 40 países. Se espera que con esta ayuda se mitigue el impacto de la crisis en las IMF, pues hasta antes de la crisis (Agosto 2007) había flujos de efectivo dirigidos a ellas los cuales fueron abruptamente retirados una vez los mercados internacionales entraron en recesión.

El Fondo será manejado por tres instituciones especializadas en microfinanzas: BlueOrchard (Suiza), ResponsAbility Social Investments (Suiza) y Cyrano Management (Perú). Los recursos serán desembolsados a bancos que se financien mediante la captación de ahorro, así como a los que funcionan como bancas de inversión, es decir que toman recursos de los mercados financieros y los prestan a una tasa ligeramente mayor. Inicialmente los plazos establecidos para que la IMF repaguen los recursos al Fondo serán de entre 6 y 24 meses, así a medida que se calmen los mercados el Banco Mundial podrá retirar su aporte.

Sin duda alguna esta iniciativa logrará aliviar las finanzas de las IMF que anteriormente podían fondear sus operaciones a tasas que oscilaban entre LIBOR+3% o 6%. Bajo el escenario de crisis estas tasas han subido ubicándose entre LIBOR+5% o 7%. Este aumento en la tasa de fondeo significa que las IMF han perdido gran parte del margen que antes obtenían por su intermediación, lo cual impide incrementar el alcance de sus actividades.

Japón ha comprometido hasta US $2 billones con la International Finance Corporation -IFC- parte del grupo del Banco Mundial, para recapitalizar bancos en países pobres.


miércoles, 4 de febrero de 2009

MIX Global 100 Composite Ranking


El pasado mes de Diciembre MIX presentó el ranking de las Top 100 IMF en el mundo. MBK Ventura de Indonesia se llevó el primer puesto.

La Microfinance Information Exchange (MIX) es una entidad sin ánimo de lucro que actúa como proveedor de información en el sector de las microfinanzas. Su principal propósito es promover la transparencia de las entidades prestadoras de servicios microfinancieros de cara a su desarrollo en un ambiente de transparencia, credibilidad e información públicamente disponible.

En desarrollo de esta labor MIX publicó en diciembre pasado y por segundo año consecutivo el ranking del top 100 de las Instituciones Microfinancieras (IMF) en el mundo. La metodología que usa MIX además de proveer datos objetivos sobre el desempeño de las IMF ayuda a decantar los puntos que deben tenerse en cuenta al momento de administrar una de estar organizaciones.

En primer lugar MIX aplica un filtro de profitabilidad de las IMF que le reportan información y las que pasen dicho filtro son evaluadas y rankeadas. Principalmente lo que busca esta prueba es evaluar la capacidad de la entidad estudiada para cubrir sus costos, es decir la autosuficiencia de la IMF. Para el periodo evaluado la muestra total de entidades que superaron la prueba de profitabilidad fue de 652. No obstante debe aclararse que la mayor cobertura de costos no implica una mejor calificación, esta prueba únicamente se realiza para determinar el número de IMF "concursantes".

Posteriormente se evalúan 3 aspectos principales: el alcance (outreach), la eficiencia y la transparencia. Dentro del alcance se mira el número de prestatarios, el crecimiento en el número de prestatarios, la penetración en el mercado medida en términos de la población atendida Vs. el mercado potencial y la relación entre los depósitos y créditos atendiendo a la posibilidad de fondear éstos con aquellos y el número de ahorradores y prestatarios atendidos. Para determinar la eficiencia de las IMF, es decir su capacidad de reducir los costos para los clientes, se mira: el costo per cápita de atender a los prestatarios, el margen de ganancia de la IMF, el portafolio en riesgo y las pérdidas reales del mismo. Finalmente, la transparencia se mide con base en la accesibilidad y concordancia de la información reportada a MIX y en la facilidad que MIX o analistas externos tengan para validar la información reportada.

Si bien es cierto que la metodología aplicada no es infalible y aún está sujeta a cambios (así lo reconoce MIX en el reporte) estos puntos son susceptibles de ser tomados como base para aumentar la autosostenibilidad de una IMF y por ende su eficacia y alcance.

Por último, quisiera resaltar el desempeño de las IMF de Latinoamérica y el Caribe. 20 instituciones Latinoamericanas subieron de posición con respecto al reporte anterior siendo la zona con mayor número de entidades que escalaron en el ranking.

Para tener como referencia el porcentaje general que obtuvo MBK Ventura, la primera de las 100 IMF, fue de 87.18%. La primera entidad latinoamericana de la lista es la peruana BANTRA (80.13%) en el puesto 9 seguida por CrediFe (79.86%) de Ecuador en el puesto número 11. La primera colombiana en la lista es la Fundación Mundo Mujer de Popayán en el puesto 29 con 77.55% de calificación, la Corporación Mundial de la Mujer-Bogotá (77.26%) está en el puesto 32 y nuevamente la Fundación Mundo Mujer, esta vez de Bucaramanga (76.82%), aparece en el puesto 37. De las otras 4 entidades colombianas dentro de las 100 debe resaltarse el papel desempeñado por las instituciones financieras BCSC y Finamérica que se encuentran en los puestos 73 y 89 respectivamente.

martes, 3 de febrero de 2009

¿Cuánto es Demasiado?


En la búsqueda de recursos para fondear las actividades microfinancieras existe el riesgo de beneficiar a los inversionistas a costa del trabajo de los pobres.

Recientemente se ha hablado (y así lo he expresado varias veces en este blog) sobre la necesidad que existe de buscar otras fuentes de financiación diferentes a las donaciones para que las Instituciones Microfinancieras -IMF- logren una viabilidad económica real.

Una de las opciones que se ha propuesto es acudir a recursos de los mercados de valores. Esto implica estructurar unos valores que logren atraer una cantidad importante de inversionistas y la forma más fácil para ello es ofrecer una tasa de retorno mayor por un riesgo menor al promedio. La experiencia ha demostrado que la segunda parte de la ecuación no es difícil de sustentar dadas las altísimas tasas de repago que presenta el portafolio mundial de microcréditos. El problema está pues en la tasa de retorno a los inversionistas.

Es claro que conseguir recursos en mercados financieros acarrea un precio que debe pagarse, pero la pregunta que debemos hacernos es cómo balancear la necesidad de atraer inversión hacia el "negocio" microfinanciero, de un lado y el objetivo final de las microfinanzas que es el ayudar a los pobres a dejar de serlo, por el otro.

El ejemplo más claro de esta disyuntiva está en lo sucedido con el Banco Compartamos en México. Compartamos logró conseguir $467 millones de dólares mediante la venta parcial de acciones en 2007. No obstante gran parte del éxito de esta emisión se debió a que los papeles ofrecidos saciaban el apetito de los inversionistas gracias a altas tasas de interés cobradas a los microdeudores, que en algunas ocasiones alcanzaban el 100%.

En medio del debate el Doctor Yunus criticó el actuar del Banco Compartamos:

"Ustedes están en el lado de los prestamistas. Su objetivo es el objetivo de los prestamistas. su pensamiento es el pensamiento de los prestamistas. Yo no quiero asociarme con ustedes. Quiero combatirlos y pelear contra ustedes."

Por su parte los defensores de la emisión argumentan que si bien las tasas de interés son más altas que las comerciales, para la población objetivo de las microfinanzas reportan un beneficio en la medida en que no deben acudir a los créditos informales cuyas tasas son aún mayores.

Creo inconveniente tomar una de las dos posiciones absolutamente. Hay que considerar que para atraer capital es necesario ofrecer algún tipo de beneficio económico para el inversionista o de lo contrario estaríamos condenados a seguir financiando las IMF con filantropía y donaciones, cuyas limitaciones han quedado demostradas. Pero tampoco es posible presentar las altas tasas de interés de los microcréditos como un "mal menor" para sus usuarios.

En conclusión, como en casi todas las discusiones, lo mejor es tomar un punto medio en donde los inversionistas acepten una tasa de retorno menor habida cuenta de que el riesgo de la inversión es bajo. De esta manera los usuarios tendrán acceso a créditos más baratos, las IMF podrán financiarse con recursos frescos y los inversionistas contarán con opciones que respeten las reglas económicas de riesgo/recompensa que aplican a las microfinanzas tanto como a cualquier otro producto financiero.