miércoles, 14 de enero de 2009

BRAC Lanza Fondo Para Combatir la Pobreza en África del Este


Uno de los mayores actores de las Microfinanzas amplía las opciones de autosostenimiento de las entidades de microcrédito a través del mercado de valores.

BRAC, anteriormente conocido como Bangladesh Rural Advancement Comittee es una organización nacida en 1972 en Bangladesh cuyo objetivo era brindar ayuda a los refugiados que regresaban a su país desde India después de la Guerra de Liberación. Hoy por hoy, esta organización tiene 120.000 empleados, atiende 110 millones de habitantes de los 140 millones existentes en Bangladesh, ha expandido sus actividades a Afganistán, Tanzania, Uganda, Sri Lanka, entre otros y tiene planes para desarrollar programas en Sierra Leona y Liberia. Todo lo anterior lo ha hecho con el convencimiento de que la pobreza debe atacarse de manera "holística" cambiando la concepción de que la persona pobre es el objetivo de una ayuda económica y más bien dándole la oportunidad para que se desarrolle y sea el dueño de su propio destino.

El más reciente avance dentro de este vertiginoso proceso de expansión se dio el el pasado 6 de enero con el anuncio en su página de internet (www.brac.net) que había reunido 62.6 millones de dólares mediante el BRAC Africa Loan Fund, cuyo propósito es otorgar microcréditos a los pobre de Tanzania, Uganda y el sur de Sudán. Este capital le permitirá a BRAC otorgar más de 700.000 microcréditos a través de más de 200 sucursales en las mencionadas zonas.

BRAC Africa Loan Fund es un vehículo de propósito especial (SPV por sus siglas en inglés) que para efectos de la legislación colombiana puede asimilarse a un patrimonio autónomo. El SPV emite títulos, recibe dineros de los inversionistas y posteriormente hace préstamos en moneda local a cada una de las subsidiarias de BRAC en Uganda, Tanzania y Sudán. A medida de que los microcréditos sean pagados, las subsidiarias de BRAC pagarán los suyos con el BRAC Africa Loan Fund quien a su turno devolverá el dinero a los inversonistas con el retorno pactado.

El éxito del primer cierre de esta emisión deja varias lecciones, sin embargo solo mencionaré tres. La más obvia es que se demostró que de las entidades de microfinanzas pueden acudir al mercado de valores y tener éxito. Esto implica que los "microprestamistas" no deben depender exclusivamente de donaciones sino que es posible la autosuficiencia y la viabilidad económica de estos entes con el uso de otras herramientas.

De otro lado, se evidenció que los inversionistas sí están interesados en este tipo de opciones y, yendo más allá, que las consideran seguras si tenemos en cuenta el contexto de caos financiero que estamos viviendo.

Finalmente, se está pintando un escenario en donde todas las partes ganan: El prestatario quien tiene acceso a un crédito al que seguramente antes carecía con todo lo que ello acarrea (Dejar de acudir a los usureros, poder contar con un capital inicial para empezar un negocio que le permita autosostenerse, etc.); el prestamista que puede cubrir sus costos de operación sin tener que acudir a donaciones, y; los inversionistas que reciben el dinero más un interés adicional.

Podremos ver la secuela de esta novela, que sin duda alguna será igual de exitosa, durante el segundo semestre de este año cuando se realice el segundo cierre de la emisión que buscará alcanzar la meta de los 74 millones de dólares del Fondo.

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